jueves, 13 de septiembre de 2018

Marketing Experiencial: Despertando emociones en los corazones de los consumidores


“No hay que vender productos, hay que vender experiencias. Una buena experiencia puede cambiar el valor percibido del cliente hacia la marca”.
Campo Elías Camacho Marín


Si hay algo que todo cliente vive, recuerda y cuenta, son las experiencias asociadas a la marca, al producto y al servicio, por lo cual, las actividades de marketing desarrolladas para atraerlos y conquistarlos, deberán provocar sentimientos y emociones en ellos, capaces de generar empatía entre éstos y la marca.

El Marketing Experiencial o Marketing de Experiencias es aquel que conecta al cliente con la marca y la empresa, creando un vínculo afectivo cercano, sólido y permanente, que garantice la relación de éste y su lealtad al producto. Se fundamenta en que un cliente elige un produservicio por la vivencia que le ofrece antes de la compra y durante su consumo. “El marketing experiencial es una estrategia que crece enormemente, debido a su intento de ofrecer experiencias memorables, creativas y convincentes, que supongan una vinculación emocional que marque las diferencias con la competencia” (Cerem, 2016)

En tal sentido, hoy, a la lista de productos, bienes, servicios e ideas, agregamos las experiencias como una opción a ofrecer a los consumidores. “La experiencia es una oferta real pues tiene una estructura definida que debe diseñarse deliberadamente para atraer a un consumidor que está dispuesto a pagar un sobreprecio por vivirla”, así lo afirma, Mario Galarza.

Agrega, además, que se trate de productos, servicios o experiencias, toda empresa siempre persigue la satisfacción de sus consumidores-clientes. Por lo tanto, las compañías deberán asimilar y afrontar la transición de la venta de servicios a la venta de experiencias. El marketing de la experiencia trata de darle vida a las marcas mediante la aplicación de programas estratégicos, creativos y de ejecución. "No se puede usar el producto viendo como luce en el lineal, hay que vivir la experiencia" (Camacho, 2018).

Según Bernd Schmitt, el marketing experiencial a través de las marcas puede llegar a ofrecer 5 tipos de experiencias:

1.    Sensorial, experiencias que involucran los sentidos (sensaciones).
2.    Emocional, experiencias que involucran el afecto y las emociones (sentimientos).
3.     Intelecto, experiencias vinculadas con lo creativo y lo cognitivo (pensamiento)
4.    Relación, experiencias vinculadas con lo cultural o con un grupo de referencia  (relaciones).
5.  Acción, experiencias involucradas con lo físico, incluye además acciones   individuales y estilos de vida (actuaciones).

Así mismo, es importante considerar los beneficios que brinda el marketing experiencial a las marcas que lo aplican. De acuerdo con Cerem, en el artículo Claves del Marketing Experiencial, dichos beneficios son:
  •  Con este tipo de acciones, las marcas consiguen diferenciarse de la competencia a través de estrategias destinadas a crear sensaciones y vivencias, en lugar de la simple compra del producto.
  •  Permiten involucrar a los consumidores en estas acciones, lo que se traduce en una relación entre ambos que trasciende el mero intercambio económico, para hacer que estos experimenten sensaciones nuevas que posibiliten crearles una percepción y sentimientos positivos sobre la marca.
  •   Un cliente satisfecho y sorprendido es un portavoz de las ventajas y virtudes de una marca, lo que supone una mayor difusión, mejor reputación y nuevos clientes que se interesan por el producto.
  •  Estas acciones también suponen un incremento considerable de las ventas como respuesta a corto plazo y una mayor fidelización de los usuarios, en un plazo mayor de tiempo.

Con el marketing experiencial, las empresas pasan de satisfacer a fidelizar; de la transacción a la relación; de la conquista a la emoción, por lo que, en vez de tener consumidores casuales, obtendrán brand lovers, es decir, consumidores leales.